Hace una semana, después de un tremendo esfuerzo deportivo, decidimos probar un par de vinos para recuperar fuerzas. Los vinos elegidos no tenían relación entre ellos, así que no se trataba de una comparativa (y menos mal, porque dadas las inmensas diferencias no habríamos podido sacar ninguna conclusión). Los vinos eran los siguientes:
Nombre: Caro Dorum 2005
Tipo de vino: Tinto (14 meses en roble francés)
Bodega: Carmen Rodríguez Méndez
DO: Toro
Uva: Tinta de toro 100%
Precio: 11 € aprox
Nombre: Martinez Lacuesta Crianza 2005
Tipo de vino: Tinto (18 meses en roble americano)
Bodega: Martinez Lacuesta
DO: Rioja
Uva: Tempanillo 85%, graciano (10%) y mazuelo (5%)
Precio: 7 € aprox
Web
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Nombre: Caro Dorum 2005
Tipo de vino: Tinto (14 meses en roble francés)
Bodega: Carmen Rodríguez Méndez
DO: Toro
Uva: Tinta de toro 100%
Precio: 11 € aprox
Nombre: Martinez Lacuesta Crianza 2005
Tipo de vino: Tinto (18 meses en roble americano)
Bodega: Martinez Lacuesta
DO: Rioja
Uva: Tempanillo 85%, graciano (10%) y mazuelo (5%)
Precio: 7 € aprox
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Lo más destacado de Martinez Lacuesta, bodega clásica riojana, fue que no destacó en nada. Ni por bueno, ni por malo, ni se apreciaban olores, ni recordaba a nada. Se puede hablar incluso de un vino insulso o insustancial. Ojo, no es un vino malo, de los que rápidamente te das cuenta que no se deja beber. Simplemente no ha aprovechado sus meses de barrica o botella o se ha definido como un vino para no llamar la atención. Pues no lo sé.
